Volkswagen se ha puesto las pilas, o mejor, no ha dejado nunca que estas se descarguen, y empieza el año con un lanzamiento dentro de su gama Golf, un vehículo que la marca pretende desembarcar en Estados Unidos vendiendo nada menos que 150.000 uds. al año, que serán producidas en Puebla - México, lo que ayudará a la marca a alcanzar el millón de coches sólo en USA en 2018.
Ahora completa la gama y lo hace con un viejo conocido, que siempre ha ocupado el lugar de privilegio en la gama, aunque con el paso de los años ha evolucionado de forma constante. Ahora, quizás estamos hablando de la versión más potente, pero también de la más convencional gracias a su motor TSI de cuatro cilindros, dos litros, que sin embargo define la versión R más potente nunca ofrecida con300 caballos.
El Golf R se lanzó en el año 2002 pero con unos atributos seguramente menos deportivos y la denominación completa R32.Llevaba un enorme motor V6 con 3,2 litros de cilindrada y proporcionaba 241 caballos de potencia. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos con su caja manual y consumía 11,5 litros. La Segunda generación mantuvo el motor pero ahora subía la potencia hasta los 250 caballos. El 0-100 lo hacía en 6,2 segundos y necesitaba de media 9,7 litros a los 100/km. Ya con un cambio DSG.
El cambio hacia el motor de dos litros en la cuarta generación resultó todo un descubrimiento. No sólo se bajó el peso, también se subió la potencia hasta los 271 caballos, aceleraba en 5,5 segundos y se tragaba 8,4 litros a los 100 km. Este fue el verdadero cambio. El actual es una evolución hasta los 300 caballos del mismo motor, que ha sido profundamente retocado en distribución sobre todo, que ahora se acopla en una culata de nuevo diseño. Acelera en 5,1 segundoscon el cambio manual y baja de forma sorprendente hasta los 4,9 segundos con el cambio DSG de 6 relaciones, consumiendo únicamente 7,1 litros, un 18 por ciento menos.
Sobre el motor se ha trabajado en dos direcciones. El aumento de potencia con la culata nueva que ya hemos mencionado, con nuevos pistones, y un nuevo turbo, mientras que los consumos que han ajustado disminuyendo pérdidas por rozamientos y desarrollando un nuevo sistema de refrigeración que mediante electrónica ajusta el líquido circulante a las necesidades de cada momento y consigue reducir el tiempo de calentamiento del propulsor en la fase de arranque en frío.
Pasar al suelo la potencia disponible es responsabilidad de un sistema 4Motion de nueva generación, con un embrague Hadlex 5que se anticipa al deslizamiento de alguna de las ruedas. El sistema EDS complementa al sistema 4Motion limitando o evitando incluso el deslizamiento de una de las ruedas de cada eje, evitando pérdidas de potencia y tracción, actuando como un autoblocante electrónico mediante los frenos.
Pero el Golf R estrena una nueva gestión del control de estabilidad, que como posibilidad exclusiva para este R, nos permite anular completamente esta supervisión. El chasis deportivo completa los cambios. Primero, con una dirección de desmultiplicación variable, que por cierto nosotros en el lago helado donde realizamos las pruebas pudimos comprobar su eficacia de forma plena. Después, con una mayor rigidez de los conjuntos que forman el eje delantero y trasero y también por el menor tiempo de respuesta del embragueHadlex.
Además y como opción para el Golf R se ofrece un sistema de suspensión Adaptativa Electrónica DCC , con tres modos de conducción Comfort, Normal y Sport, seleccionados mediante una pantalla central táctil. También como novedad nos ofrece el modoRace y otros tres Eco, Normal y E individual, que ajustan de forma automática algunos parámetros del funcionamiento del vehículo.
Por ejemplo en modo Race se ajusta amortiguación, la respuesta del motor y el comportamiento del cambio. Incluso el sonido se modifica para que llegue de forma más plena y sugerente el habitáculo. Otro de los detalles de esta posible elección de "aplicaciones", es que enmodo Eco se dispone de la función de desconexión del motor y embrague, lo que se denomina actualmente navegación a vela, ajuste de climatización y de otros importantes grupos auxiliares, para disminuir los consumos.
En el interior, los ajustes y cambios son también importantes. Asientos excelentes, con 20 mm menos de altura del puesto de conducción con relación al GTI, elementos decorativos en el salpicadero, luces de tonalidad azul brillante, pedales y reposapiés deportivos muy marcados y especiales o una instrumentación específica, completan los cambios internos, al margen de poder elegir entre varios tipos de tapicería. En el exterior, el paragolpes delantero es nuevo, con una parrilla especial y tomas más grandes, destacando sobre todo las nuevas llantas Cádiz de 18 pulgadas sobre las que se montan neumáticos de 225/40.
Las pruebas las realizamos sobre un lago helado en las cercanías de Arvidsjaur, al norte de Suecia y una de las primeras localidades que forman parte de la desolada Laponia, por cierto una región en donde todas las marcas tienen preparadas diversas zonas de pruebas de invierno de sus nuevos prototipos y que son una de las fuentes de riqueza de esta zona, además de la explotación racional y sostenible de la madera.
Lógicamente el terreno limita la obtención de conclusiones completas, lo que dejamos para una posterior prueba en nuestro país, pero estas difíciles y extremas condiciones nos han permitido valorar de forma muy positiva, primero el sistema de tracción Hadlex de 5 generación, que nos ha mostrado una rapidez enorme de reacciones en situaciones en las que el paso de par entre ejes era continuo.
Después, los ajustes de amortiguación y dirección nos han mostrado una agilidad fuera de críticas, sobre todo la dirección y también una relación directa entre el movimiento del vehículo con lo que el volante muchas veces sólo sugiere en este tipo de superficies, en las que el acelerador también juega y mucho a la hora de llevar el coche por donde queremos.
Las pruebas se realizaron con vehículos con cambio manual.Seguramente porque en estas condiciones extremas no sería el más recomendables el cambio de doble embrague, pero podemos decir que en estas situaciones de trabajo extremo del motor, por cierto con una entrega de potencia contundente pero fácil de dosificar, y en este caso concreto, con la eliminación casi obligatoria de los controles de estabilidad, nos han permitido comprobar que para terrenos deslizantes, entre los que podemos poner también el asfalto mojado, la tracción integral de este vehículo nos añade un plus de seguridad nada desdeñable.
El Golf R de cuarta generación ya está a la venta en nuestro país. Se ofrece con cambio manual de 6 relaciones por 39.230 euros, mientras que la recomendable versión acoplada a un cambio automático DSG de 6 marchas sube hasta 41.410 euros.
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